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Aunque puede aparecer en cualquier momento, lo cierto es que en verano la probabilidad de sufrir sensibilidad dental es más alta por la necesidad que sentimos de tomar bebidas y alimentos fríos para aplacar el calor.

Helados, granizadas y bebidas con hielo pueden provocarnos dolores agudos e intensos por el contacto de la dentina, la zona interna de los dientes, con esos estímulos externos.

Desde tu clínica dental en Méntrida te damos siete claves para combatir la sensibilidad durante estas vacaciones, que aunque quedan pocos días de agosto, ¡te van a resultar súper útiles!:

  1. Seguir unos buenos hábitos de higiene bucal, realizando una técnica de cepillado adecuada que no dañe ni el esmalte del diente ni la encía.
  2. Usar productos específicos para tratar la sensibilidad dental como pastas dentífricas y colutorios no abrasivos que forman una capa protectora sobre el esmalte, previniendo este problema.
  3. Esperar unos minutos antes de ingerir productos demasiados fríos, para que pierdan el frío intenso del refrigerador.
  4. Evitar bebidas y alimentos muy ácidos (zumos, vino, aliños o refrescos), que pueden desgastar el esmalte y dejar la dentina al descubierto.
  5. En caso de apretar y/o rechinar los dientes, acudir al dentista para tratar el bruxismo, que hace que nuestros dientes se deterioren y estén más sensibles.
  6. Abandonar malos hábitos como pueden ser morderse las uñas, comer pipas o usar palillos de dientes.
  7. Recordar que el cloro de las piscinas puede afectar a la salud dental, ya que es un elemento agresivo que provoca erosión y decoloración del diente, factores que provocan una mayor sensibilidad dental.

 

La sensibilidad dental es una patología que puede persistir aunque el verano termine, si tienes dudas tu dentista en Méntrida te ayudará. ¡pídenos cita y resuélvelas con nosotros!