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La sensibilidad dental es una de las molestias más comunes en odontología. Muchas personas la experimentan al comer o beber alimentos fríos, calientes o dulces, incluso sin tener caries ni daño visible en sus dientes. Entonces, ¿por qué ocurre esta sensibilidad si todo parece estar bien? Comprender sus causas es clave para aliviarla y prevenirla, y en este blog te lo contamos todo. 

¡No te lo pierdas! 

Causas más frecuentes de sensibilidad dental sin caries

Aunque los dientes estén sanos, existen varios factores que pueden provocar sensibilidad:

  • Desgaste del esmalte: El cepillado agresivo o el uso de pastas demasiado abrasivas pueden erosionar el esmalte y exponer la dentina, la capa interna más sensible.
  • Retracción de encías: Con el paso del tiempo o por una mala técnica de cepillado, las encías pueden retraerse, dejando expuesta la raíz dental, que no está protegida por esmalte.
  • Bruxismo: Rechinar los dientes durante la noche provoca microfisuras en el esmalte y aumenta la sensibilidad.
  • Tratamientos dentales recientes: Limpiezas profundas, blanqueamientos o empastes pueden causar sensibilidad temporal.

Cómo reducir la sensibilidad dental

El primer paso es identificar la causa. Un diagnóstico profesional permite aplicar el tratamiento más adecuado, como el uso de pastas desensibilizantes, fluoruros o incluso férulas de descarga en casos de bruxismo. También es recomendable evitar alimentos ácidos, usar cepillos de cerdas suaves y mantener una técnica de cepillado delicada pero eficaz.

Sentir sensibilidad dental no siempre significa tener una enfermedad, pero sí es una señal que el cuerpo envía y que conviene atender. En nuestra clínica dental analizamos las causas de tu sensibilidad y te ayudamos a recuperar la comodidad al sonreír y comer. ¡Pide tu revisión y olvídate de las molestias dentales!