El implante dental es hoy en día la alternativa más eficaz y duradera para sustituir un diente perdido. Con los cuidados adecuados, puede mantenerse en perfecto estado durante décadas, ofreciendo comodidad y un aspecto natural. La clave está en mantener una rutina de higiene rigurosa, controles periódicos y hábitos saludables que protejan tanto al implante como a las encías. En este blog, te lo contamos todo.
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Cómo cuidar un implante dental
Higiene diaria específica
Los implantes requieren la misma atención —e incluso más— que los dientes naturales. Es importante cepillar los dientes después de cada comida, utilizar hilo dental o cepillos interproximales y complementar con enjuagues antisépticos. Estas medidas evitan la acumulación de placa que podría derivar en inflamaciones alrededor del implante.
Revisiones odontológicas regulares
Aunque los implantes no se ven afectados por caries, sí pueden presentar problemas en el tejido que los rodea, como la mucositis o la periimplantitis. Las revisiones periódicas permiten detectar cualquier alteración a tiempo y garantizar que la integración del implante se mantenga estable.
Hábitos que conviene evitar
El tabaco y el consumo excesivo de alcohol afectan negativamente a la salud de las encías y reducen la vida útil del implante. También es recomendable no utilizar los dientes como herramienta y evitar morder alimentos u objetos muy duros que puedan dañar la corona.
Alimentación y estilo de vida
Una dieta equilibrada rica en calcio, vitamina D y proteínas refuerza la salud ósea, favoreciendo el soporte del implante a largo plazo. Asimismo, controlar el estrés ayuda a reducir el bruxismo, que puede generar sobrecargas perjudiciales.
Como ves, un implante dental bien cuidado puede acompañarte toda la vida. La combinación de higiene, revisiones y hábitos saludables es la clave para su éxito. Si llevas implantes o estás valorando colocártelos, ¡pide tu cita en nuestra clínica y descubre cómo mantener tu sonrisa sana y funcional a largo plazo!